Las nueces de cedro son semillas pequeñas con un alto valor nutricional, especialmente beneficiosas para las funciones cognitivas y la salud hormonal.
Son una excelente fuente de ácidos grasos omega-6 y omega-3. Estas grasas son importantes para la salud del cerebro, la memoria y el sistema nervioso.
Las nueces de cedro son ricas en manganeso, que desempeña un papel clave en el metabolismo y es necesario para la formación de huesos y tejido conectivo.
Estas semillas son una de las mejores fuentes vegetales de zinc, que refuerza el sistema inmunológico y es importante para la cicatrización de heridas y la salud de la piel.
Las nueces de cedro contienen una gran cantidad de proteínas y fibra, lo que favorece una saciedad rápida y duradera, ayudando a controlar el peso.
Gracias a su contenido en yodo, especialmente el aceite que se extrae de ellas, pueden ayudar a mantener la función de la glándula tiroides, que regula el metabolismo.